La magdalena de Proust que da nombre a este texto no es una nueva pastelería que tienes que probar en las Salesas, se trata de un fenómeno humano que tiene que ver directamente con la memoria y que se produce cuando nuestro cerebro asocia un estímulo sensorial (olor, sonido, sabor...) con un recuerdo del pasado, de forma automática e involuntaria.
Yo no he dejado de salir a aplaudir ni un día. No, espera, yo salgo al balcón a tomar cerveza, nada, nada, perdona, continúa.
Qué manera de estrenar este rincón.
Por más cosas del directo y menos hipocresía en los balcones.